jueves, 25 de julio de 2024

Bautismo y Tentación


"El amor recíproco, el único del que podríamos ocuparnos aquí, el que pone en juego lo inhabitual en la práctica, que aguza la imaginación, la fe en la duda, la percepción del objeto interior en el objeto exterior. 

Implica el beso, el abrazo, el problema y el desenlace indefinidamente problemático del asunto. El amor siempre tiene tiempo. Tiene ante sí de donde puede venir el pensamiento, los ojos que tratará enseguida de distraer de su mirada, la garganta en la que se coagularán los sonidos, están los senos y el fondo de la boca. Tiene ante sí los pliegues inguinales, las piernas que corren, el vapor que desciende de sus velas, está el placer de la nieve que cae ante la ventana.

La lengua dibuja los labios, junta los ojos, yergue los senos, pliega las axilas, abre la ventana; la boca atrae la carne con todas sus fuerzas, se pierde en un beso errante, reemplaza la boca que ha tomado, es la mezcla del día y de la noche. Los brazos y los muslos del hombre están ligados a los brazos y a los muslos de la mujer, el viento se mezcla al humo, las manos toman la impronta de los deseos.

Se distinguen los problemas en problema de primero, de segundo y de tercer grado. En el problema de primer grado la mujer, inspirándose en las culturas Tlinkit de Norteamérica, busca el abrazo más perfecto con el hombre; se tratará de formar entre dos un solo bloque. En el de segundo grado, la mujer tomando como modelos las esculturas Haïda de origen apenas diferente, huirá lo más posible de ese abrazo; se tratará de tocarse apenas, de gozar sólo al separarse. En el de tercer grado, la mujer adoptará por turno, todas las posiciones naturales.

***

El amor multiplica los problemas. La libertad furiosa se apodera de los amantes más devotos el uno del otro que el espacio del pecho del aire. La mujer guarda siempre en su ventana la luz de la estrella, en su mano la línea de vida de su amante. La estrella, en la ventana, da vuelta lentamente, entra y sale sin parar, el asunto se ha cumplido, la pálida silueta de la estrella en la ventana ha quemado la cortina del día.

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He comprendido que el rostro de la mujer sólo se muestra en el sueño. Se halla en el deslumbramiento, entre las hierbas comunes de los cielos. De afuera como de adentro, es la perla que vale mil veces la muerte del pescador. De afuera es la fronda admirable, de adentro es el pájaro. Las zarzas lo desgarran y las moras lo manchan de negro, pero concede a las breñas la fuente singular de su hervidero de luz. No pueden imaginarse en qué se ha convertido desde que lo descubrí."
(A.B. & P.E.)
Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXXIIII ©

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