lunes, 16 de diciembre de 2024

Emblematica: LE CHEVALIER ERRANT


Éste es el punto en el que deben comenzar los alquimistas. Con el bastón de peregrino en la mano y la concha como signo, el alquimista tiene que iniciar el peligroso viaje, parte por tierra parte por agua. Primero como peregrino, después como piloto.” 
(FULCANELLI)

“El caballero es el dominador, el logos, el espíritu que prevalece sobre la cabalgadura (la materia). Pero esto no es posible sino a través de una larga técnica de aprendizaje. Podemos ver ésta, en su aspecto histórico, como un real esfuerzo por crear un tipo humano - el caballero - superior a todos los demás. En consecuencia, la ecuación del caballero tendía a fortificar su cuerpo, pero a la vez, paralela y dominantemente, a educar su alma y su espíritu, su sentimiento (moral) y su intelecto (razón) para permitirle un dominio y dirección adecuados del mundo real y una participación perfecta en las jerarquías del universo (...) Hasta el punto que los monjes, sacerdotes o seglares, que conservan su cabalgadura y la dominan, pertenecen a la caballería espiritual (simbólica).

Naturalmente la coincidencia del santo y el caballero no hace sino magnificar el espécimen humano y su simbolismo, como en el caso de San Ignacio de Loyola. Otra convergencia más profunda la tenemos entre el rey y el caballero (rey Arturo) y entre el rey, el caballero y el santo (San Fernando III de España o San Luis IX de Francia). Este simbolismo del caballero, en general, se halla, en todas las tradiciones. Ananda Coomaraswamy dice que «el caballo es el símbolo  del vehículo corporal y el caballero es el espíritu; cuando alguien llega al término de su evolución, la silla queda desocupada y la montura muere necesariamente.»” 
(CIRLOT)

Tú me has enderezado el camino para ir hacia ti (Salmo 118, 5). Por el laberinto de caminos entrecruzados, que han trazado los espíritus tortuosos, voy hacia ti sin temor y confío en tu palabra. De lejos veo perderse al uno o al otro, entre ellos al audaz y al cauto. Yo prosigo a ciegas mi camino (...) Esta vida es un laberinto, para que la travesía sea segura, confía ciegamente en Dios con verdadero amor y sin hipocresía.
(R+C)

«Somos como los barrenderos del mundo», dijo san Pablo. Se refería a los vivos, a los santos, a los artistas, a los poetas, que son como las flores y los frutos ignorados de la humanidad, cuya presencia justifica todas las mediocridades, todas las suficiencias, todas las cobardías, todas las violaciones, todos los crímenes y todas las imbecilidades, en una palabra, el estercolero donde esperan y germinan misteriosamente los hombres ordinarios, pues nuestras vidas se encuentran aún extraviadas en la muerte, y la luz de algunos es un insulto para las tinieblas de la mayoría.

Sin embargo, el amor y el genio dominarán finalmente el caos de donde han salido bajo el impulso del fuego que habita la esencia primera, el vehículo de los mundos.
(L. CATTIAUX)
Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXXIIII ©

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