martes, 10 de septiembre de 2024

EL SANTUARIO INTERIOR


"El altar del sacrificio es el lugar de la conjunción del agua espiritual de Amón con el «olor» activo de Dios, la formulación del Verbo. Por los cinco ángulos de la cara perfecta salen y entran los cinco verbos, que producen así las cinco inteligencias. Actuar y reaccionar en uno mismo es la obra creadora. Es el misterio de la reacción lo que, en el santuario (la cabeza del Universo), formula el Verbo, manifiesta el mundo, crea la inteligencia. Aquí se revela el secreto de la Puerta a través de las puertas de los sentidos. Llama para entrar y Él recibe la respuesta; Ashavero no responde, de ahí su condenación a dar vueltas en el círculo cerrado. La luz llama, entra y vuelve a salir viendo. 

Realidad inmutable oculta en la ilusión de las apariencias. Si miramos al que llama a la puerta sin que entre y salga, si miramos el objeto y no su función, nos hemos equivocado y andamos perdidos. Éste es el sentido secreto de la puerta: la inversión de la «luz», de la cabeza en el corazón, de la forma en la función, de la apariencia de los sentidos en la reacción que es Vida.

Mediante las funciones que constituyen al Hombre se llega a la fusión con el Universo, que es el Hombre.

El Santuario sublima los Números como Principios que penetran en todas las cosas como el humo del incienso. Por encima de todos los Principios reinan, en sus santuarios, los Tres. Uno es el del olor que coagula, el que confiere fijeza a todo, del metal a la sangre. Orienta, une. Es la sal del Conocimiento, pero puede ser el apoyo del Mal. Fue él quien le hizo decir a Adán: «No encuentro lo que es carne de mi carne». En él reside el deseo de lo invariable que amenaza el saber. Es el Arcángel que, en la puerta. de Oriente, guarda con la espada de Fuego el Paraíso perdido…"
(SCHWALLER DE LUBICZ)
Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXXIIII ©

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