"Por ello él, el más grande, se ha humillado hasta tal punto de tomar el último lugar, esperando la redención de todos sus hermanos en su sangre. Así, la tumba donde nuestro rey está sepultado, se llama Saturno en nuestra obra, y es la llave de la obra de la transmutación. Feliz aquel que pueda saludar a este planeta de lenta marcha. Ruega a Dios, hermano, que te haga digno de esta bendición, pues no depende de aquel que la busca o la desea, sino únicamente del Padre de las luces."
"Acabado el régimen de Mercurio, cuyo trabajo consiste en despojar al Rey de sus vestiduras de oro, agitar y extenuar al león con varios combates hasta la más grande fatiga, aparece el próximo que es el régimen de Saturno. En efecto, DIOS quiere, para llevar a buen término la obra, y es la ley de esta escena, que la salida de uno sea la entrada de otro, la muerte de uno, el nacimiento de otro. Apenas el Mercurio ha terminado su régimen, entra su sucesor Saturno, que obtiene justamente la sucesión en el imperio. Al morir el león, nace el cuervo.
Este régimen es también lineal respecto al color, puesto que no hay más que un color, el negro perfecto; ya no se ve ni humo, ni viento, ni ningún síntoma de vida y ora está seco el compuesto, ora forma una especie de polvo fundido. ¡Oh, triste espectáculo, imagen de la muerte eterna, pero qué agradable mensajero conductor para el Artista! pues no es una negrura común, sino brillante, más que el más intenso de los negros. Y cuando veas a tu materia hinchándose en el fondo del vaso, como una pasta, alégrate: es que allí está encerrado el espíritu vivificante, y cuando lo juzgue oportuno, el Todopoderoso dará vida a estos cadáveres."
"Aquel que ha realizado (elaborabit) una sola vez este arte, gracias a la bendición de DIOS, no sé que puede desear en este mundo sino poder servir a Dios sin distracción, al amparo de todos los engaños y falacias de los hombres. ¡Que cosa vana sería anhelar la vulgar pompa exterior! Por el contrario, no es esto lo que tienta el corazón de aquellos que están versados en este arte, pues más bien la rechazan y condenan.
A aquel que ha sido beatificado por DIOS con este talento le están abiertos otros campos de voluptuosidad que son mucho más dignos de la admiración popular.
A aquel que goza de este talento, le aconsejo que lo utilice para el honor de DIOS y la utilidad del prójimo, para que no aparezca como ingrato a los ojos de DIOS que le ha confiado este don precioso, y no se vea condenado en el último día."
(S.D.G.)
Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXXII ©
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