domingo, 11 de octubre de 2020

El Ángel Caído


"Ese spiritus mundi disuelto en el cristal de los filósofos produce aquella misma esmeralda que se desprendió de la frente de Lucifer en el momento de su caída, y en la cual fue tallado el Graal.

Es la gema hermética que orna el anillo de Piel de Asno, como el del papa alquimista Juan XXII en su tumba, y que se vuelve a encontrar en los arcos pintados de la capilla del convento de Ciminez, ocupando el sello de una sortija y ensalzada por la leyenda yuxtapuesta den lengua italiana: 'Ne la terra ne il cielo nist ha piu bella.' Ni la tierra ni el cielo han visto otra más bella. San Justino y san Ireneo lo llaman la iluminación. Es el bautismo de la luz de los masones.

(...)

El Graal -¿quien lo duda hoy?- es el más alto misterio de la Caballería mística y de la masonería, degeneración de aquélla. Es el velo de Fuego creador, el Deus absconditus en la palabra INRI, grabada sobre la cabeza de Jesús en la cruz. Cuando Titurel edifica, pues, su templo místico, es para que arda allí el fuego sagrado de las vestales, de los mazdeos e, incluso, de los hebreos, ya que los judíos mantenían un fuego perpetuo en el Templo de Jerusalén.
Los doce custodios recuerdan los doce signos del Zodíaco que recorre el Sol, arquetipo del fuego vivo. El recipiente del ídolo del barón De Hammer es idéntico al vaso pirógeno de lso parsis, que se representa en llamas.

También los egipcios poseían este atributo: Serappis se representa a menudo con el mismo objeto sobre su cabeza, llamado Gradal en las riberas del Nilo. En ese Gradal conservan los sacerdotes el fuego material, como las sacerdotisas el fuego celeste de Ptah.

Para los iniciados de Isis, el Gradal era el jeroglífico del fuego divino. Y ese dios Fuego, ese dios Amor se encarna eternamente en cada ser, ya que todo, el Universo, tiene la chispa vital. Es el Cordero inmolado desde el comienzo del mundo, que la Iglesia católica ofrece a sus fieles bajo las especies de la Eucaristía conservada en el copón como el Sacramento de Amor.

El copón - y nadie conciba malos pensamientos -, así como el Graal y las crateras sagradas de todas las religiones, representa el órgano femenino de la generación, y corresponde al vaso cosmogónico de Platón, a la copa de Hermes y de Salomón y a la urna de los antiguos Misterios.
El Gradal de los egipcios es, pues, la clave del Graal. Es, en suma, la misma palabra. En efecto, de deformación en deformación, gradal se ha convertido en Gradal y, luego, con una especie de aspiración, en Graal.

La sangre que bulle en el santo cáliz es la fermentación ígnea de la vida o la mixtificación generadora. No podemos por menos de deplorar la ceguera de aquellos que se obstinaban en no ver en este símbolo, despojado de sus velos hasta la desnudez, más que una profanación de lo divino."

(Las Moradas Filosofales; FULCANELLI)

Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXX ©

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