"El ojo interior se ha de conservar sano, puro e inalterable; entonces como el ojo exterior, podrá elevarse hacia el Cielo. Del mismo modo que el ojo exterior puede considerar el firmamento, las estrellas y el Sol, el ojo interior puede ver todo el Cielo, los ángeles y a Dios mismo.
(...)
¡Cuán grande es el destino del hombre interior! Su espíritu puede elevarse hasta los ángeles y las inteligencias supraangélicas, puede llegar hasta el trono de la divinidad y ver en sí mismo todas las magnificencias del mundo divino, espiritual y físico. Aparta tu ojo, que no vea la vanidad.*
Aparta tu alma, tu ojo interior, (...) ciérralo a la noche de los errores y los prejuicios, y no lo abras más que al Sol espiritual."
R+C
Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXX ©
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