lunes, 1 de octubre de 2018

Locus Solus







































"El señor Raymond Roussel no se ha equivocado al levantar en su contra a esa coalición de los bulevares, las cervecerías y las salas de redacción. En lo que a mí se refiere, considero un honor haber sido uno de los pocos que lo han aplaudido, asfixiado en una platea de imbéciles incapaces de entender nada...
La condición humana es, pues, tan insulsa que, cuando alguien se expresa con leyendas deliciosas, esas personas a quienes se llama sensatas se indignan y declaran que el autor está loco."
(R. DESNOS)

"(...) Como punto al que había que encaminarse, el maestro había elegido una especie de diamante gigantesco que, erguido al final de la explanada, ya nos había llamado la atención varias veces desde lejos por su prodigioso resplandor.

La monstruosa joya, que medía dos metros de alto y tres de ancho y se curvaba en forma de elipse, lanzaba, a pleno sol, unos destellos casi insoportables que lo adornaban de relámpagos que brotaban en todas las direcciones. Firmemente apoyado en una roca artificial de muy poca altura, en la que iba empotrada su base, relativamente diminuta, estaba tallado en facetas como una piedra preciosa auténtica y parecía tener dentro diversos objetos que se movían. Poco a poco al acercarse a él, se percibía una música inconcreta, de efecto maravilloso, consistente en una serie de extraños trinos, arpegios o escalas que subían y bajaban.

En realidad, como se daba uno cuenta al acercarse mucho, el diamante no era sino un recipiente inmenso lleno de agua. No cabía duda de que algún elemento excepcional entraba en la composición de aquel líquido cautivo, pues era de él, y no de las paredes de cristal, de donde procedía toda la irradiación, cuya presencia se notaba en todos los puntos de su espesor.

Acercando los ojos a cualquiera de las facetas, se abarcaba con una única mirada circular el interior completo del recipiente. En el centro una joven grácil y exquisita, vestida con maillot de color carne, se mantenía de pie sobre el fondo y, sumergida por completo, adoptaba diversas poses llenas de encanto estético, moviendo suavemente la cabeza.

Con una sonrisa alegre en los labios, parecía respirar libremente en el líquido elemento que la rodeaba por todas partes..."

(Locus Solus; RAYMOND ROUSSEL)

Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXVIII ©

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