"Ya no tenemos honra, orgullo, valor ni virtud; no tenemos saber ni inteligencia;
nuestros talentos son como el humo y nuestra fuerza parece agua derramada.
Nuestra piedad permanece como una caja vacía
y nuestros días se han vuelto insensibles bajo el ardor de la mirada divina.
Pero la gracia multiplica el amor secreto que habita nuestro corazón
y ya saboreamos la dulzura del fuego trascendente."
L. CATTIAUX
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