sábado, 15 de noviembre de 2025

Carta Kipper: UN VIAJE


“Anotemos, en primer lugar, que la voz latina peregrinus, de la que deriva 'peregrino', significa a la vez  'viajero' 'extranjero'. (...) en la misma Masonería moderna y 'especulativa' las pruebas simbólicas de la iniciación se denominan 'viajes'. Por otro lado, en muchas tradiciones de diversa fuente, los diferentes estadios iniciáticos se describen a menudo como las etapas de un viaje; a veces, es cuestión de un viaje ordinario, a veces también de una navegación. Agreguemos todavía que, aún en el lenguaje religioso más corriente, la vida terrena, entendida como un período de probaciones, es asimilada a menudo con un viaje, o incluso más expresamente con una peregrinación y el mundo celeste -meta de tal peregrinar- se identifica también simbólicamente con la 'Tierra Santa' o 'Tierra de los Vivientes'.
(GUÉNON)

Es un viaje a un centro místico, como imagen del centro absoluto (medio invariable, motor inmóvil). La peregrinación céltica, de características especiales, era un errar sin finalidad, que no deja de mostrar interesante analogía con el avance a ciegas, en busca de la 'aventura' del caballero andante (chevalier errant). El mar reemplazó al desierto de Egipto y los monjes irlandeses se lanzaron por las costas y fueron a Escocia y al continente en sus peregrinaciones. Estos viajes marinos se llamaban inrama. Su paradigma es la Navigatio Brandani. En cierto modo reiteran la 'busca' de la inmortalidad por Gilgamés, anterior en tres mi años.

Desde el punto de vista espiritual, el viaje no es nunca la mera traslación en el espacio, sino la tensión de búsqueda y de cambio que determina el movimiento y la experiencia que se deriva del mismo. En consecuencia estudiar, investigar, buscar, vivir intensamente lo nuevo y profundo son modalidades de viajar o, si se quiere, equivalentes espirituales y simbólicos del viaje. Los héroes son siempre viajeros, es decir, inquietos.

Volar, nadar, correr son también actividades - como el soñar, el ensoñar y el imaginar - equivalentes a viajar. La travesía del vado significa el punto decisivo del pasaje de un estado a otro. (...) Viajar puede asimilarse a recorrer el ciclo anual, o a pretender evadirse de él según determinantes secundarios del viaje. Pero el verdadero viaje no es nunca una huida ni un sometimiento, es evolución. Por ello dice Guénon que las pruebas iniciáticas toman con frecuencia la forma de 'viajes simbólicos', representando una búsqueda que va de las tinieblas del mundo profano a la luz. Las pruebas - y las etapas del viaje - son ritos de purificación. El arquetipo del viaje es la peregrinación al 'centro' o tierra santa; la salida del laberinto. El 'viaje nocturno por el mar', equivalente al 'viaje a los infiernos' describe aspectos esenciales de este simbolismo que dista de hallarse dilucidado. En el sentido más primario, viajar es buscar. La secta turca de los Kalenderi impone a sus miembros que viajen continuamente.
(CIRLOT)
Iglesia del Surf del Cristo Risueño de la Costa LTD. MMXXV ©

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